Definirlos son algo esencial en la vida empresarial

Hace un tiempo cenando con un amigo holandés afincado en Barcelona, una persona emprendedora, racional y muy capaz, con varios negocios exitosos en España y Holanda, me comentaba que llevaba dándole vuelta a la diferencia entre misión, visión y valores dentro de la empresa, y que quería tenerlos claros de cara a definir la estrategia de sus negocios para los próximos años. 

Precisamente definir correctamente la estrategia y determinar con acierto la misión, visión y valores, es lo que hace a  una compañía realmente exitosa en el tiempo. 

Collins y Porras, investigadores de la Universidad de Standford, en un estudio que lleva por  título:  “Empresas que perduran: principios básicos de las compañías con visión de futuro”, concluyeron que las empresas que perduran en el tiempo fueron fundadas y dirigidas  por líderes que no se conformaban con hacer un buen producto y con  que la estrategia de la  empresa girase  alrededor del mismo,  sino que tuvieron una idea que trascendía sus propias personas. 

El estudio resulta muy ilustrativo porque demuestra  que ninguna de las compañías estudiadas buscaba el dinero como eje principal de sus acciones, sino que todas coincidían en estar guiadas por una idea o valor central. Así por ejemplo la idea de “bienestar”, en Merck, la “innovación”, en HP,  la ”ética” en J&J, o la “libertad” en Phillip Morris.

Viendo el video de cómo los empleados del grupo Inditex celebraron el 80 aniversario de Amancio Ortega, y la cohesión del grupo en torno a su fundador, se puede comprender  la  importancia que tiene, para una empresa, desde sus inicios,  definir con acierto y ser consecuentes con  “la misión, visión y valores”, con los que quiere identificarse, y la relación que tiene acertar en esa tarea, con que finalmente el sueño, con el que comienza todo empresario, pueda hacerse realidad.  

Sin una misión, que identifique cual es el propósito y razón de ser de la  empresa;  sin la visión, que determina y oriente el modo de conseguir el propósito, y sin unos  valores que establezcan los modelos de  conducta para lograrlo, resulta  sencillamente imposible no solo triunfar, sino desarrollar una idea empresarial con el convencimiento y estímulo que hoy exige el mercado.

Por desgracia vemos no pocos fracasos empresariales. Quizás sea porque falte en muchos casos una determinación precisa de la misión que tiene  el emprendedor,  de la visión de cómo llegar a alcanzar su  propósito,  o de los valores que han de mover su conducta.

En este primero de una serie de artículos, sobre estos tres aspectos esenciales de la estrategia empresarial, nos centraremos en la misión, es decir en  el propósito, el fin o razón de ser de un empresario y de su  empresa.

Determinar cuál ha de ser la misión de la  empresa permite tener objetivos claros y realistas,  determinar  la estrategia, las decisiones y actuaciones.

Definir la misión exige por parte  del emprendedor identificar la  idea que le impulsa a  ponerse en movimiento, actuar y   emprender, y que, igualmente le da fortaleza para mantener el empeño a lo largo del tiempo, y hacerse resiliente  ante los fracasos.

La misión no es un eslogan, es el motor que mueve  al empresario a levantarse por la mañana, que le incentiva a pensar en el proyecto a todas horas, con ilusión y motivación, a comunicar y hacer partícipes a sus  empleados de la ilusión que le mueve, que inspira los cambios y que hace feliz al empresario y a todo su entorno.

Una empresa multinacional exitosa como Coca-Cola, no define su misión, su propósito a largo plazo, como fabricar y vender bebidas refrescantes, o ser líder mundial en la venta de bebidas de esta clase, sino que la define con tres ideas motivadoras:  “Refrescar al mundo; Inspirar momentos de optimismo y felicidad; Crear valor y marcar la diferencia”.

Steve Jobs definió la misión de  Apple no como la de hacer ordenadores innovadores o con un diseño exclusivo sino como "transformar el mundo a  través de  la tecnología". 

Nike define su propósito como "traer la inspiración y la innovación a todos los atletas en el mundo. Si  tienes un cuerpo, eres un atleta".

Una empresa española  exitosa  como Zara, a cuyo fundador antes me refería, define su misión, no  como  vender ropa moderna a buen precio, o ser líderes en la venta de ropa juvenil,  sino como   “mantener a sus  clientes frescos en el mundo de la moda”. Esa misión determina la estrategia de la empresa: “Desarrollar prendas de ropa fashion de una calidad media cumpliendo las expectativas del cliente y aún excelente precio para los jóvenes y adultos, con una colección nueva cada dos semanas por nuestro excelente manejo en la parte logística de nuestra cadena de almacenes”.

La necesidad de definir la misión, vale tanto para los grandes como para los pequeños. 

Hace algún tiempo un conocido químico, que tenía un buen trabajo en una empresa multinacional, pidió la cuenta porque descubrió en el coaching personal y profesional su pasión. Lo dejó todo. Determinado su propósito, se formó con los mejores coach nacionales e internacionales, invirtió sus ahorros y su tiempo en el empeño. Hoy es feliz viviendo del coaching. Ha definido su propósito como  “Disfrutar de la vida se ha convertido en mi filosofía de vida, para ello alimento mi cuerpo con buena comida junto con una buena dosis de deporte, entreno mi mente para que sea una herramienta potente y libero mi espíritu cada día para que salga a jugar, es así como estoy en perfectas condiciones de hacer frente a cualquier reto del camino”. Así ayuda a otros a encontrar su misión y propósito en la vida.

Como decía Peter Drucker, lo que  caracteriza al empresario realmente eficaz, al hombre que construye una organización que perdura, más que una intuición es tener clara  la misión y el propósito de la empresa. Eso y no otra cosa es lo  que permite tener objetivos claros y realistas. Es el fundamento de las prioridades, las estrategias, los planes y las asignaciones de trabajo. 

Muchas personas y empresas fracasan en sus proyectos vitales  o empresariales  al no saber cuál es su fin. El tenerlo claro nos ayudará a fijar objetivos, analizarlos a la luz de la misión que nos hemos fijado, a determinar lo que va bien y lo que va mal, lo que debemos cambiar, para alcanzar el objetivo al que deseamos llegar. 





Luis Suárez Mariño Abogado. Presidente de ABC Asturias, desarrollador de contenidos en MrSoft.