En la gestión de las redes sociales de su empresa se pueden cometer errores que producen un efecto contrario al deseado.

Realizar uno mismo el trabajo de Community Manager no resulta tan fácil como parece. Hay que tener en cuenta que la red social de una marca no es tu cuenta personal y, por lo tanto, una mala gestión de las redes sociales puede producir efecto contrario al deseado, al mismo tiempo que mostrará una imagen de marca poco profesional.

 Esta es una serie de errores que deberían evitarse:

  • No comprobar si el texto o la imagen contiene errores o incongruencias antes de publicarlo en las redes sociales. Es algo obvio pero ocurre con más frecuencia de lo que se cree y da una muy mala imagen a la empresa.
  • No tener ningún tacto. Uno de los errores más comunes e importantes es a la hora de responder a usuarios o publicar eslóganes sin ninguna cautela respecto a las circunstancias o situación en la que se encuentra la empresa o los interlocutores.
  • No tener una estrategia de marketing online. Es un error común en las empresas abrir perfiles en las redes sin ninguna planificación previa, esperando automáticamente un incremento de ventas o una mayor popularidad. Antes debe conocerse el tipo de clientes que abarca cada red social, cómo quiere relacionarse con sus clientes y cuáles son los objetivos.
  • No tener a un profesional al mando. La persona encargada de la gestión de las redes sociales en la empresa debe conocer los productos o servicios de la empresa que representa y sobre todo conocer las redes sociales a nivel profesional: los principales tramos horarios en los que la publicación llegará a más público, cómo presentar el mensaje para que llame la atención, tener una buena atención al cliente, conocer los objetivos de la empresa, etc. Si no estás seguro de conocer todo lo dicho, lo mejor es buscar un profesional que te aconseje o se encargue de administrar las redes sociales de tu empresa.
  • Ser inactivo. La periodicidad con la que se realizan las publicaciones debe ajustarse al producto, público objetivo y red social en la que se encuentre la empresa, tan malo es publicar con demasiada asiduidad como no hacerlo nunca.
  • Dejar todo programado. Está bien programar los post que se publicaran en un determinado tiempo pero hay que tener en cuenta el cambio de circunstancias. Tan malo es improvisar como no hacerlo siempre y despreocuparse. 
  • No tener los perfiles completados al 100% o que estén desactualizados. 
  • Estar en todas las Redes Sociales. Otro error muy común es estar presente en todas las redes sociales posibles aunque el público objetivo no se encuentre presente o no tengas los recursos adecuados para tener una buena presencia en ellas. Por eso es esencial crear una estrategia, para saber en qué Redes Sociales debemos centrar nuestra comunicación. No es lo mismo Facebook que LinkedIn, o Twitter, cada una tiene un objetivo diferente y se dirige a un tipo de público completamente diferente.